Lo que he ganado de este viaje ha sido un estreñimiento severo y hacer un llama-cuelga a la parca en más ocasiones de las que me hubiera gustado contar. Es realmente alentador la señal de llamada que tienen en el más allá, es una versión extendida de "could you be loved" de Bob Marley, pero en su versión satánica.
El caso, ya he vuelto a mi casa, ese lugar anodino en donde habitan otros seres que nada tienen que ver conmigo (aunque compartamos mismo grupo sanguíneo). Mi gata es la primera que me ha recibido. Ella siempre tan siamesa y tan rencorosa. De hecho, creo que rencorosa y siamesa son la misma palabra.
Yo en parte, también soy siamesa, lo que sin ojos azules.